Día internacional de la niña

Día Internacional de la Niña en Sinfonía por el Perú

Hoy conmemoramos en nuestra organización el décimo aniversario de esta fecha tan importante para la sociedad, que busca afianzar los derechos de las niñas en todo el mundo, y construir un mejor futuro para todas.

El mayor logro de nuestro modelo de intervención social se ve reflejado, sobre todo, en el trabajo que se logra en niñas y mujeres del Perú: a través del #EfectoSinfonía, hay una reducción del 33 % en la prevalencia de conductas de riesgo severas, menor prevalencia de embarazo con reducción de 75%.

Durante los últimos 10 años, el trabajo por fortalecer las políticas y estrategias que mejoren las cuestiones relativas en torno a las niñas han recaído en los gobiernos, organismos, instituciones, organizaciones, y en el público en general, creando mayores oportunidades para que las niñas puedan ser escuchadas en el plano de la escena mundial.

En ese sentido, las niñas en todo el mundo aún siguen enfrentándose a retos y problemas en el campo de la educación, del bienestar físico y emocional, y de la protección necesaria para una vida libre de violencia y llena de oportunidades de desarrollo. La pandemia por la COVID-19 empeoró los mecanismos para luchar contra estas problemáticas, y detuvo los logros alcanzados durante la última década.  

 

Sin embargo, aunque existan estas adversidades que ralentizan los cambios profundos necesarios en nuestra sociedad para garantizar cumplir con los derechos y necesidades de las niñas, la adversidad también trae consigo fortalezas que permiten crear políticas y mecanismos robustecidos por la resiliencia, el ingenio, la creatividad, el trabajo conjunto, el apoyo comunitario, la justicia y el compromiso por la equidad, y Sinfonía por el Perú está comprometido con esos mismos objetivos y políticas que aseguren nuestra labor social apostando por niñas que sean las voces y el futuro de nuestro país.

Nuestro libro memoria de 10 años de vida institucional recoge valiosos testimonios de nuestras beneficiarias que demuestran el impacto positivo de la práctica musical en sus vidas, y del poder que la música puede lograr en cada una de ellas. 


“Antes, mi vida no tenía color, era una niña solitaria. Pero un día todo eso cambió. Sinfonía y la música me transformaron” – Romina Rodríguez, Beneficiaria del Coro del Núcleo Enel. 

 

Además, el mayor logro de nuestro modelo de intervención social se ve reflejado, sobre todo, en el trabajo que se logra en niñas y mujeres del Perú: a través del #EfectoSinfonía, hay una reducción del 33 % en la prevalencia de conductas de riesgo severas, menor prevalencia dembarazo con reducción de 75%, se reduce en un 15 % el tiempo dedicado al cuidado de familiares, labores domésticas y trabajo, y con ello crece en un 17 % la práctica cotidiana de la música en mujeres y niñas, y aumenta en un 13 % el porcentaje de estudios en casa. Estos indicadores y principales resultados están avalados por el Reporte de la primera y segunda medición de impacto de Sinfonía por el Perú hecha por Grade – Grupo de Análisis para el Desarrollo, y financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo. 

 

Arte para crecer: historias de empoderamiento en niñas y adolescentes 
Nayla Pariamachi – Beneficiaria del Coro Juvenil Sinfonía por el Perú 
 
Desde chiquita me gustó la pintura, pero no encontré un lugar donde desarrollar ese talento. Fue con la música, específicamente a través del coro de Sinfonía, que pude iniciar mi vocación artística”, cuenta con seguridad Nayla, diez años después de haberse matriculado por primera vez en el Núcleo Miraflores —Actualmente Núcleo Lima Sur—. 

 

“A partir de Sinfonía pude obtener una beca de PeruChamps y acceder a una mejor educación en Innova School. He sido testigo del impacto que puede tener la música en los vulnerables de todo el Perú”, resume Nayla, quien además es uno de los mayores ejemplos de lo que el poder de la música puede lograr en niñas que necesitan herramientas de desarrollo y de oportunidades. 

Nayla es líder del área de educación y empoderamiento económico, y aunque a primera vista aparenta ser una joven tranquila e introvertida, ello no significa que no pueda alzar su voz. Así, gustaba de aportar en los debates interescolares y ahora ejerce un liderazgo que repercute en América Latina y en Europa. 

Según Nayla, nada sería posible si no hubiera cantado antes en su núcleo y, de allí, en el Gran Teatro Nacional, en el Estadio Nacional o en la misma Plaza de Armas de Lima junto a sus compañeros del Coro Juvenil.  


“Me gustaría que el presente y el futuro sea decidido por nosotros y no solo por las personas que, probablemente, no van a vivir las consecuencias de esas decisiones. Me interesan las artes como herramienta de transformación social y, en eso, es vital el ejemplo de lo que ha sido mi experiencia en Sinfonía”, concluye nuestra beneficiaria, quien a través de su testimonio de vida refleja el empoderamiento y el cambio que buscamos lograr en todas las niñas y adolescentes de nuestro país. 

Gracias a todos los que contribuyen con nosotros para alcanzar estos objetivos.  


Sinfonía por el Perú, transformando a las niñas del Perú a través de la música. 
 

 

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