Memorias de la Gira Sinfonía 2023 - Carolina Navarro

Por Carolina Celeste Navarro, beneficiaria del Coro Juvenil Sinfonía por el Perú.
Cuando entré al coro, ni siquiera sabía leer partituras. Recuerdo haberme sentado, tímida, en uno de los asientos vacíos después de haber pasado la audición, y un poco perdida por no saber exactamente qué debíamos hacer. No pasó ni un minuto y una niña de mi edad se me acercó súbitamente, me explicó lo que estaban haciendo y se presentó. Terminó el ensayo y me sentía extraña, pero en un buen sentido. Ken Robinson, autor de “El Elemento” lo describiría como “encontrar tu tribu”. En efecto, había encontrado a mi tribu. Este año, cinco años después de aquel día, habiendo pasado muchos conciertos importantes y una participación en el festival de música de Lucerna en Suiza, tuvimos la oportunidad y responsabilidad de representar a Sinfonía por el Perú y al país entero en tres ciudades de Chile.
No obstante, la gira no fue un proyecto fácil de lograr, y hubo muchas personas e instituciones que nos apoyaron para ello. Por nuestra parte, teníamos un estricto horario de ensayos que cumplir, y un exigente repertorio que montar. El coro no es un simple taller o pasatiempo más, tenemos ensayos cuatro veces a la semana, sin contar nuestras clases individuales o en grupos pequeños de técnica vocal y lenguaje musical, en el que el trabajo se toma enserio y se ve cada pequeño detalle, desde la fonética hasta el ritmo, pasando por la prosodia, las dinámicas y el trasfondo histórico y/o interpretativo de cada obra. Por ello, el repertorio fue especialmente escogido para mostrar la versatilidad del coro. El propósito era brindarle al público un abanico de matices y colores.

Para muchos, fue la primera vez que salían del país. Por lo que, era natural la preocupación de los padres, y siempre había dudas sobre qué era permitido llevar. Cuando estábamos en el avión de ida, tomábamos desayuno a las ocho, y a partir de ese momento, teníamos distintas actividades como ensayos, intercambios, actividades recreativas, preparación y conciertos. La experiencia artística fue bastante distinta mientras cambiábamos de ciudad. Cada escenario tenía un público y acústica diferente. Por lo que, no podíamos usar las mismas estrategias. Los maestros nos daban consejos dependiendo de ello, y el maestro Juan Carlos cambiaba la disposición del coro dependiendo de la acústica y el espacio disponible.
Las primeras ciudades en las que estuvimos tenían un clima frío por ser del sur. Llegamos a Panguipulli y nos hospedamos en cabañas bastante acogedoras, pudimos socializar y conocer más a fondo a personas con las que nunca nos habíamos relacionado. Nos levantábamos temprano, y teníamos desayuno a las 8. Después de eso, seguíamos el itinerario dispuesto, y así, pudimos tener una actividad conjunta, un concierto y un intercambio con el Coro Amigos de Panguipulli y el Coro Papageno en el Teatro Educativo de las Artes de Panguipulli. Consiguientemente, en Frutillar, nos presentamos en el Teatro del Lago, cuya noche decidió mostrarse en su momento más bello para nuestro concierto, deslumbrando el nevado que se encontraba detrás de nosotros y cuya luna se posó llena por encima de nuestras cabezas. Finalmente, en Santiago, tuvimos dos conciertos, uno en la Iglesia Inmaculada Concepción, en el que la embajadora de Perú en Chile nos honró con su presencia, y otro en el Teatro La Pintana, ambos en conjunto con la Camerata de cuerdas de la fundación Papageno.
Fuera de lo musical, al estar en otro país, pudimos experimentar la interculturalidad y conocer a personas que a pesar de que eran de un lugar completamente diferente, eran más parecidos a nosotros de lo que pensaba. Considero que la gira tuvo un resultado que nos hizo agrandar nuestro mundo, ver que existen nuevas oportunidades y horizontes y aspirar a más, para seguir mejorando.

El coro es para mí un lugar donde puedo expresar lo que siento, tanto a través de la música como fuera de escena. Es el lugar donde he conocido a muchas de las personas que aprecio y admiro. Es el lugar donde he aprendido valiosas lecciones. Estoy agradecida de tener la oportunidad de pasar el día a día con personas buenas e inteligentes que ven cada detalle de su trabajo, que se preocupan por crear un espacio seguro para todos, que brindan a los demás la confianza para hacer lo que les da miedo, y que, como una familia, buscan lo mejor para nosotros. La música ha influido en mí en distintos niveles. A nivel personal, me ha permitido mejorar mi autoconfianza. A nivel social, me ha permitido mejorar habilidades de comunicación y a conectar mejor con la gente. A nivel profesional, me ha dado muchas herramientas que independientemente del campo al que me dedique, van a ser de utilidad, como la disciplina, el compromiso, el pensamiento crítico, la atención al detalle, entre otros. La gira ha sido el resultado de un trabajo conjunto, y por ello quisiera agradecer a todos los que han hecho posible esta experiencia, entre ellos, a los maestros Juan Carlos Bersague, Héctor Morales y Kenee Calderón, y al equipo de trabajo de la organización. También a la Fundación Hilti, a los teatros en los que hemos tenido la oportunidad de presentarnos, y a las instituciones, personas, y fundaciones aliadas que también lo hicieron posible. Además de naturalmente, a cada uno de mis compañeros del coro, que pese al cansancio o al estrés que puedan haber sentido en algún momento, fueron capaces de dar lo mejor de sí mismos.

Quisiera concluir diciendo, que independientemente de donde hayan cantado y de lo que hayan logrado en la música, siéntanse siempre orgullosos de pertenecer a sus coros, a sus núcleos, ya que ustedes son músicos, son artistas. Busquen en sus mentes ese lugar al que quieren llegar, y no dejen que nadie les diga que no pueden. Por otro lado, sean conscientes de la edad que tienen y disfruten su tiempo en el coro, porque no durará para siempre, pero lo recordarán con cariño. Porque el regalo más grande que se da no es una canción cantada decentemente, sino cantar para unir nuestras almas y recordarnos, uno al otro, lo que es sentir, y lo que es sentirse vivo.