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¡Sinfonía por el Perú llega a México!

Sinfonía por el Perú llega a México: Internacionalizando nuestro modelo de Transformación social

Desde hace doce años, Sinfonía por el Perú viene cultivando y consolidando un modelo que hoy sirve como referente para otros proyectos de música para el desarrollo en el mundo.  Nuestra experiencia nos permite hoy compartir componentes que podemos trasladar a otros proyectos y programas gracias al aprendizaje y conocimientos adquiridos durante más de una década de trabajo orientado al rescate, acompañamiento, formación y crecimiento de la niñez e infancia en el Perú. 
 
Sinfonía es música para la transformación social. Nuestro propósito se sustenta en que la música puede ser un vehículo importante para la generación de cambios positivos en los individuos y comunidades y hoy ese aprendizaje será compartido con otros proyectos de música: así empieza Sinfonía por el Mundo. 

Gracias a la alianza estratégica entre Grupo México y Sinfonía por el Perú, desde junio se viene realizando un trabajo de asesoría y acompañamiento especializado a los núcleos, impulsados por la estrategia de desarrollo comunitario del grupo, en los estados de Sonora, Chihuahua y Coahuila, en donde se busca la gestión, mejora y escalamiento de los programas de orquestas y coros del Grupo México, desde la metodología, estándares y el modelo de intervención de Sinfonía por el Perú, brindando soporte técnico y estratégico al modelo que la empresa minera ha concebido en tierras mexicanas, trasladando los elementos de nuestro sistema de trabajo con el fin de elevar el beneficio social que ellos generan en sus comunidades.

En ese sentido, conversamos con Sergio Villa Domínguez, coordinador general del proyecto musical en Grupo México, con Gabriela Perona, directora ejecutiva en Sinfonía por el Perú, y con los maestros Elizabeth Ávila, ex directora del Núcleo La Victoria, y José Zamora, actual director de la Orquesta Infantil de los Elencos Centrales. Ellos nos brindaron detalles del proyecto y su rol participativo en el marco de esta colaboración que, sin duda alguna, traerá múltiples beneficios para cada comunidad. 

Contexto 

Hace cinco años, Grupo México inició el Proyecto Emblemático de Orquestas y Coros Juveniles en la comunidad de Nacozari de García —ciudad del estado mexicano de Sonora—, con un espíritu muy aventurero de poder explorar, a través de la música, un efecto de transformación social en las comunidades en donde la empresa tiene presencia con sus unidades mineras. 

“Dentro de los asentamientos mineros ellos tienen siempre unas sedes que se llaman «Casa Grande», perteneciente a la dirección de Desarrollo Comunitario en donde se realizan diferentes tipos de actividades y proyectos sociales. En estos proyectos es en donde están los coros y orquestas” —José Zamora. 

En este camino de exploración nace, hace tres años, la alianza entre Southern Perú Copper Corporation —filial del Grupo México—, y Sinfonía por el Perú, que impacta exitosamente en el sur de nuestro país gracias a la contribución de la empresa.

 

Interesados por nuestra transcendencia en el rubro de la pedagogía musical para poblaciones infantiles y juveniles en situaciones de riesgo y vulnerabilidad, y gracias al respaldo de instituciones de Derechos Humanos y Derechos del Niño, además de la objetividad de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas en las que nos basamos para nuestro esquema de trabajo, es como nace también el interés por aliarse con nosotros, en donde apoyaremos y acompañaremos en tres ejes de trabajo para su sistema de orquestas: calidad artística, medición e impacto, y salvaguarda y protección. Tres componentes que buscarán mejorar la precisión del modelo de intervención de nuestros aliados en los cinco núcleos formativos con los que actualmente cuentan: Nacozari de García —que nació hace cinco años—, Esqueda, y el núcleo Cananea en Sonora, núcleo Santa Bárbara en Chihuahua, y el núcleo Nueva Rosita en Coahuila —nacidos estos últimos tres durante la etapa de pandemia. 

 

“Un objetivo final de este proyecto no es crear músicos, sino mejores personas con valores ciudadanos, con una amplia visión social, y que la música sea una herramienta de transformación en estas comunidades” – Sergio Villa Domínguez.

Los componentes: 

El primer componente involucra la calidad y el desarrollo artístico, el cual liderará Elizabeth Ávila, quien cumplirá el papel de directora artística regional y estará a cargo de supervisar y hacer seguimiento a las cinco sedes, manteniendo constante contacto con los directores de cada núcleo. Una de las medidas que se adoptarán para alcanzar el objetivo en este componente será trabajar en establecer un cronograma anual de presentaciones orientado a un enfoque más homogéneo, unificado y transversal que les permita alcanzar una capacidad interpretativa más significativa en donde puedan orquestar diferentes obras a nivel clásico, regional o popular. 

“Vamos a crear un plan anual de trabajo, en consenso con los mismos directores y coordinadores de los cinco núcleos, en donde se establezca un número limitado de conciertos, mejoras en los procesos y filtros de admisión, vamos a promover la recreación de un repertorio secuencial, y sugerir un número más adecuado de maestros en base a la densidad de alumnos” Elizabeth Ávila.

Además, también se buscará organizar los horarios de educación musical de manera más eficiente de acuerdo a la cantidad de beneficiarios y de maestros, con el objetivo de unificar el progreso de cada sede.

“Mi labor particular será acompañar el mejoramiento del nivel artístico de los núcleos mediante distintos procesos: sugerir capacitaciones, encontrar oportunidades de mejora para la pedagogía, y finalmente contribuir por encontrar la personalidad de este hermoso proyecto” , finaliza Elizabeth. 

El segundo componente está compuesto por el análisis y la medición del impacto. Es decir, monitorear y registrar los resultados que este proyecto traigan para las comunidades mineras, para los jóvenes, niñas, niñas y las familias, generando evidencia mediante la estadística y medición cuantitativa y cualitativa, comprendiendo la magnitud del antes y el después del proyecto. 
 
 Según nos compartió Sergio Villa, unos de los principales resultados que se han reflejado en los cinco años de este proyecto es la mejora de las y los alumnos en el aprovechamiento académico, después de un año de haberse integrado al proyecto de orquestas y coros. 

“Gracias a los núcleos orquestales muchos vuelven a aspirar con continuar sus estudios académicos y retomarlos formalmente en el grado en donde se hayan quedado, pero regresan con un diferenciador: su aprovechamiento escolar es mucho más alto que antes. Yo creo que, con la intervención del componente de análisis y medición de impacto por parte de Sinfonía, estos resultados serán más claros en su medición con herramientas e indicadores adecuados” – Sergio Villa 

Otro de los alcances del proyecto será impactar en la identidad y el arraigo de las raíces, costumbres y tradiciones de las respectivas comunidades, logrando robustecer el orgullo identitario.  
 
“Al final, los beneficiarios se vuelven agentes y voceros de sus propias comunidades en otros escenarios y espacios, y sin duda llegan a tocar esa fibra de orgullo, de sentido de pertenencia, de ser de Nacozari, de Cananea, de Chihuahua…” Sergio Villa. 
 

Como tercer componente y principio formativo que trasladamos está el componente de salvaguarda y protección, que busca crear una cultura de bienestar y de erradicación de la violencia para proteger a los niños, adolescentes y jóvenes. En este aspecto, Sinfonía trabajará en una asesoría especializada de nuestro Comité de Protección, que viene desarrollando una estrategia institucional de revisión constante de nuestra Política de Protección y de las medidas preventivas que se toman para garantizar los espacios seguros de trabajo y los ambientes protectores. Además, dentro de Sinfonía también se implementan estrategias de comunicación, de capacitación constante y de formación para nuestros promotores de protección.  
 
Estos cinco componentes que nosotros desarrollamos activamente en la organización los hemos trasladado, junto con nuestra Política, al equipo del grupo minero para trasladar la experiencia del proceso de creación e implementación de nuestra estrategia de salvaguarda, y a raíz de ello los asesoraremos para que elaboren su propia política y protocolos, contribuyendo, además, con la capacitación de los actores locales. 

Conclusiones 
Finalmente, esta consultoría es un primer paso para la internacionalización del modelo de Sinfonía por el Perú, y el inicio del camino para consolidar una intervención que tiene una evidencia rigurosa del impacto que genera para el desarrollo de la niñez e infancia. 
 
“Esos desafíos inmensos que tenemos para contribuir con un mundo más justo y sostenible son posibles en tanto trabajemos de manera coordinada y conjunta mediante una red de alianza, que visibilice y movilice a más personas, empresas y grupos sobre lo poderosa que es la cooperación para el desarrollo, como lo que tenemos justamente ahora con el Grupo México, tanto en Perú como en México”. 
 
Es esta misma consolidación que generamos con los años de trabajo, de experiencia y de reflexión las cuales nos llevan ahora a acompañar a otros programas de música que busquen elevar las capacidades y cualidades sociales, artísticas y humanas, convirtiéndonos en referentes de desarrollo para la región.  
El trabajo que tenemos con Grupo México es una demostración de cómo las organizaciones de la sociedad civil, en alianza con un sector privado que está comprometido y que es responsable cumple un papel fundamental en la búsqueda por el desarrollo más justo y equitativo de las comunidades” – Gabriela Perona.  
 
Gracias a quienes nos acompañan en este camino tan gratificante lleno de retos y de satisfacciones. ¡Más música y más cultura para un mundo mejor!

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